Home » , » Newsletter Nº 36

Newsletter Nº 36


Alberto Girri
El Asceta de la Poesía
de Alina Diaconú




Ficha Técnica

Editorial: Vinciguerra Hechos de Poesía | Fundación Argentina para la Poesía
I. S. B. N: 978-987-750-244-2 
Clasificación: Ensayo Literario
Colección: Los Maestros
Páginas: 70
Publicación: Noviembre de 2019 
Idioma: Español
Sitio Web: Vinciguerra Hechos de Cultura


Alberto Girri El asceta de la poesía es un nuevo libro de Alina Diaconú. Ha sido co-editado por la editorial Vinciguerra Hechos de Cultura y la Fundación Argentina para la Poesía, como décimo título de la «Colección Los Maestros». El libro fue presentado en el marco del Homenaje a Alberto Girri en ocasión del centenario de su natalicio en la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. Esta obra de Alina Diaconú  de la que ahora nos ocupamos, no es un libro más sobre Alberto Girri. En las páginas de Alberto Girri El asceta de la poesía se entretejen dos hilos en una misma trama: por un lado, el rescate de la historia de una amistad personal y literaria a partir del testimonio limpio e íntimo de los sentimientos fraternales de quien lo conoció muy de cerca. Por el otro, un criterioso trabajo de cuidada selección para escoger de todo el universo poético de Girri aquellos poemas que son los favoritos de la autora y a la vez los más representativos de cada época. 

En este sentido, el trabajo de Alina Diaconú más que una recopilación, es una sugerente aproximación a la obra de Alberto Girri desde una perspectiva personal que recorre con mirada amplia la producción literaria de toda una vida, desde su primer poema hasta el último. Es un florilegio que reúne lo más selecto de la poesía de Alberto Girri. Conviene recordar que el término ἀνθολογία (antología) derivado del griego de ανθος (anthos), «flor» + λεγειν (legein), «escoger», significa «selección» o «escogido» de flores. El mismo sentido tiene la palabra latina florilegium (plural florilegia), compuesta por los términos flos («flor») y legere («reunir», «escoger»). La pequeña antología de Alina Diaconú es un ramillete de poemas escogidos con amoroso cuidado con la intención de despertar el interés del lector no iniciado en el conocimiento de la obra de Girri hacia un contenido que, en ocasiones, desborda a la poesía misma.

En el ensayo que precede a la selección poética, Alina Diaconú brinda un valioso testimonio personal sobre «El amigo, el hombre», tal el subtítulo del segundo apartado de su ensayo. La autora recuerda las circunstancias de su primer encuentro con palabras cargadas de afecto y admiración: «Lo conocí a Alberto Girri en lo de Martha Lynch, una tarde de verano de los años ’80, mientras nadaba como un pez en la piscina del jardín de la casa que la escritora tenía en Vicente López. Cuando emergió de allí, chorreando agua, me lo presentaron» (p. 10).  Diaconú define la relación de amistad que mantuvo con el poeta como «un diálogo de almas» (ibid.).

El diálogo se constituye en el lenguaje poético que vincula a ambos interlocutores. Un diálogo en el que dos almas entran en silenciosa comunión, en una unión mística recíproca. Diálogo, en definitiva, entre dos almas afines que demostraron el sentir de una amistad diurna,  abierta, franca, fraterna. Una amistad que en el libro es revisitada como memoria y testimonio. La autora se zambulle en las plácidas aguas de sus emociones y recuerdos personales para devolvernos aquella imagen de Girri que emerge de su memoria tal como ella  lo vio por primera vez al salir de la piscina en la casa de Martha Lynch. 

Sin duda, la autora siente su amistad con Alberto Girri, todavía la experimenta y la disfruta con una emoción que sigue viva. Una emoción genuina que, por la manera objetiva que lo describe, sería un error reducirla a «sentimentalismo». Girri, como bien señala Diaconú, «detestaba la cursilería, el sentimentalismo ramplón y la estupidez» (p. 11). La amistad es una relación de cariño que establecemos con personas con las que compartimos escenarios de la vida diaria en común, como en el caso de Alina Diaconú y Alberto Girri, los de la literatura. El sentimentalismo, ese incómodo compañero de yugo del subjetivismo, surge precisamente cuando el amor ya no se experimenta y la emoción se traduce en la expresión de sentimientos pasionales sin juicio, arrebatados y ciegos. 

Girri pretendía para su poesía la objetividad del lenguaje científico, es decir, un lenguaje despojado de subjetividad y sentimentalismo. Su escritura ascética e impersonal —alejada de todo sentimentalismo y subjetivismo— buscaba la emancipación tanto de la idea de un yo individual como de los ripios de la palabra desgastada por el uso. Un doble ejercicio de purificación intelectual que exige, por un lado, el desasimiento o desapego de la idea de un creador y, por otro, una purga rigurosa, una limpieza profunda de la palabra, para vaciarla de todo sentimentalismo, de subjetividad, de adjetivación y de lugares comunes. La poesía de Alberto Girri es una alquimia del verbo. Su Ars Magna es un refinamiento de la expresión poética que consiste en desunir las impurezas superficiales que contenga la palabra, para desembarazarla de toda esa carga semántica emotiva y conceptual que la expresión sentimental y la valoración subjetiva han acumulado como consecuencia del uso cotidiano que se hace de ella. Un lastre que impide a la palabra liberar todas las posibilidades de ese sentido único, trascendente, primordial, de su primera significación. 

El ascetismo de Girri no fue un desapego a la vida, sino un renunciamiento a  todo lo que no necesitaba para vivir: «Vivía más que modestamente en un departamento interno, de dos ambientes, en la calle Viamonte y, en los últimos años, había reducido su biblioteca a tan solo trescientos volúmenes que eran los que, de verdad, le importaban y que sabía que volvería a abrir. Todos los demás fueron regalados, donados, desechados. En ese sentido era como un lama en su celda monacal, desprendiéndose día a día de todo aquello que ya le parecía superfluo» (p. 12). 

No renunció al disfrute de los placeres sencillos de la vida cotidiana como leer, escribir, o tomar sol sentado en un banco de la Plaza San Martín. No era un recluso. Desarrolló una intensa vida social en bares próximos a su casa, como «La Barra» de Córdoba y San Martín, donde solía reunirse a menudo con amigos o citaba a periodistas que deseaban entrevistarlo. «Su perfeccionamiento se podía observar en las innumerables correcciones que hacía a sus textos y ni siquiera cuando estaban impresos los dejaba de rever», señala Alina Diaconú (p. 13).

La brevedad del libro, no impide a Diaconú reseñar con magistral síntesis en su presentación todos aquellos temas que eran motivo de la reflexión poética de Girri. Al contrario, refleja con nitidez la unidad y la variedad de la vasta y compleja obra de Girri. Para ayudar al lector a acercarse a la obra del poeta, Diaconú ha seleccionado sus poemas por orden cronológico. De este modo, la antología, además de proponer un recorrido por su trayectoria poética y por la experiencia del yo poético que habla en sus poemas, Diaconú ha hecho una selección rigurosa de sus poemas más relevantes como «Gato gris muerto», «La sombra», «Cuando la idea del yo se aleja», «La poesía como una manera de organizar la realidad, no de representarla», «El poema como idea de la poesía», etc. Completa la antología «Materia Gris», un poema de Alina Diaconú dedicado «a Girri enfermo», una cronología biobibliográfica muy completa y una selección de juicios críticos sobre su obra. En suma, se trata de un libro altamente recomendable para todos aquellos que comienzan a adentrarse en ese vasto universo poético de Alberto Girri, pues ofrece una inmejorable oportunidad de iniciarse en su conocimiento. 


Luis Alberto Vittor




ALINA DIACONÚ, nació en Bucarest, Rumania, en 1945. Vive en Buenos Aires desde 1959, siendo ciudadana argentina y residió un tiempo en París. Es colaboradora de varios diarios y revistas y actualmente escribe en la Página de Opinión del diario La Nación y es columnista del diario Perfil”y del diario La Gaceta de Tucumán. Algunos de sus libros fueron  traducidos al inglés, al francés y al rumano. Recibió la beca Fulbright, la Faja de Honor de la SADE, el Meridiano de Plata y otros premios y distinciones. Es autora de nueve novelas, entre ellas: La Señora (1975), Buenas noches profesor (1978), Enamorada del muro (1981), Cama de Ángeles (1983), Los ojos azules (1986), El penúltimo viaje (1989), Los devorados (1992), Una mujer secreta (2002), Avatar (2009). Publicó: Calidoscopio, un libro de cuentos, otro de notas y reflexiones, el libro Preguntas con Respuestas (reportajes a Borges, Cioran, Ionesco, Girri y Sarduy); en 2005, Intimidades del Ser (Poesía) y en el 2007, Poemas del Silencio. Sus libro más recientes son Ensayo General (Reflexiones sobre la Literatura, Borges, los Mitos, los Maestros, las Pioneras, el Más allá) editado en 2010 por la Fundación Internacional Jorge Luis Borges y Buda (2014); sus libros de poesía Albatros (2015), Rosas del Desierto (2019);  el de aforismos Relámpagos (2016) y la antología Alberto Girri. El asceta de la poesía (2019). En rumano publicó Dragă Cioran: cronica unei prietenii (2019) 


0 comentarios:

NEWSLETTERS MÁS LEÍDOS

ÚLTIMO NEWSLETTER